Orquídea Salvaje


No me preguntéis por qué, pero nunca me gustaron las orquídeas. Quizá porque son demasiado caras para ser una flor, quizá porque prefiero disfrutar de la sencilla belleza de Margarita, o la elegancia apasionada de Rosa. Pero hace unos días mi madre apareció con una orquídea para mi mujer y debo admitir que me atrapó su, por decirlo de alguna manera, salvaje belleza. No fue hasta unas horas más tarde, cuando agarré la cámara y miré muy de cerca, que descubrí la razón de esa sensación. Ahí estaba, escondida y esperando a su víctima, la Reina Cobra. Sí amigos míos, aquí tenéis la razón de ese punto de ferocidad que sentí mientras miraba  a la Orquídea Salvaje...

Don't ask me why, but I never liked orchids. Maybe they're too expensive to be a flower, maybe I simply prefer to enjoy the simple beauty of Daisy, or the passionate elegance of Rose. But a few days ago my mother came with an orchid for my wife, and I must admit I was captured by its, somehow, savage beauty. It wasn't until a couple of hours later, when I grabbed my camera and looked at it quite closely, that I discovered the reason of that feeling. There it was, hidden and waiting for it's victim, the King Cobra. Yes my friends, here you have the reason of that sense of wildness I felt while looking at the Savage Orchid...