A veces hay que saltarse un poco las reglas de la fotografía (los tercios, el punto aúreo, la profundidad de campo...) y mostrar lo que realmente interesa. En este caso, ese "minuto en el lado salvaje" que nuestros protagonistas disfrutan y que a mí me supuso arriesgar la integridad física... Ya se que me aparto un poco de mis últimos temas, pero no me negareis que la cara de él es todo un poema, jajaja.
Un fuerte abrazo y buen fin de semana